Vivenç Villatoro ha de fer demà, dia 13 de maig, a les 19 hores a Can Alcover de Palma (carrer de Sant Alonso, 24) una conferència que porta el nom "La projecció internacional de la llengua, la literatura i la cultura catalanes".
Villatoro (Barcelona, 1957) és un reputat escriptor i periodista reconegut amb el Premi Sant Jordi o el 31 de Desempre de l'Obra Cultural Balear (OCB). Va ser president de l'Institut Ramon Llull (IRL) per tal de projectar internacionalment la cultura i la llengua catalanes però aproximadament dos anys després va deixar el càrrec per seguir amb el camí de la creació literària. Com dèiem, Villatoro visitarà demà Palma per tal de fer una confenrència on parlarà precisament de la projecció internacional de la cultura i la llengua catalanes.
En motiu d'aquesta conferència, va participa en una entrevista del diari Última Hora que es reproduirà a continuació:
—Dejó el IRL para retomar su faceta literaria. ¿Cómo progresa ese regreso a la creación?
—Lo
dejé por un proyecto narrativo de urgencia vital; también por la
coyuntura del caso catalán, ya que, como periodista, quería escribir e
ir a tertulias y desde un cargo público era impensable. El libro saldrá
en septiembre. Es narrativa pero no estrictamente una novela. Cuento una
historia real, la emigración de mi abuelo andaluz a Catalunya en los
años 50.
—¿Qué balance hace de su paso por el IRL?
—Los
objetivos que nos marcamos, aunque con menos recursos, se cumplieron.
La presencia de Miró en Nueva York y Washington, las bienales de arte y
arquitectura... La máxima satisfacción y mi mayor desilusión en el IRL
tuvieron que ver con Balears: que las Islas se quedasen en IRL durante
un año a pesar del cambio del Govern, y su posterior salida.
—¿Por qué es importante la proyección exterior?
—Para
una cultura y una comunidad es importante proyectarse hacia fuera para
conseguir una dignificación, porque la industria y el talento del país
necesita el mercado exterior para mantenerse, el interior no es
suficiente para alimentar la musculatura de nuestro tejido cultural.
—¿A pesar de que ciertos sectores no apuesten por esa cultura propia?
—Una
cultura necesita la complicidad de un Estado que apueste por ella, y
durante cien años la cultura en catalán ha creído que este Estado puede
ser España. Si no lo es habrá que buscar otras estructuras.
—¿Votará en las próximas elecciones europeas?
—Sí, y muy convencido.
Informació extreta del diari Última Hora:
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